Miceli Adriana Natalia
Maestra de Primaria de EGB 1 y 2, Licenciada en Gestión Educativa con Actualización Académica desde el Gob. de la Ciudad y con el Programa Maestro + Maestro en Alfabetización.
Mi experiencia con lxs niñxs me permitió poder seguir indagando el proceso en la Lectoescritura. Es una etapa que implica comprometerse con el desafío de pensar estrategias que permitan promover la lectura y la escritura día a día.
La intención de esta investigación fue darle un cierre a la Licenciatura en Gestión Educativa. Me llevo casi un año entero para poder reunir la teoría, los datos y la práctica con el fin de hacer más comprensible los aspectos referidos al tema en cuestión.
El presente trabajo, intentará reflexionar acerca del proceso madurativo en los alumnos de primer año y si este es un determinante para el proceso en el aprendizaje de la lectoescritura.
Lo que queremos decir cuando hablamos de coordinación visomotora es la función que permite coordinar la capacidad de ver con la capacidad de mover el cuerpo y los primeros esbozos del pensamiento. Es, decir conjugar la vista con los movimientos de la cabeza, los brazos, las piernas, etc.
A través de este trabajo especificaremos de qué hablamos cuando decimos maduración, definiremos y analizaremos sobre el concepto de coordinación visomotora, los factores internos y externos que posibilitarían esta situación.
Este desarrollo nos permitirá plantearnos hasta qué punto la maduración de los niños de primer año probablemente incide en la coordinación visomotora.
Esta suposición es cuestionable ya que el grado de maduración de los alumnos se encuentra en un nivel psicomotor correspondiente a su edad cronológica.
Cabe aclarar que dicho déficit es un delimitador y afecta en el alumno las posibilidades de aprendizaje, primordialmente la capacidad escolar para la lectura en su pronunciación y comprensión, producciones escritas, habilidad gráfica para el dibujo y el manejo espacial del cuaderno.